Venecia

Venecia. Basta escuchar esta palabra, para que nuestra mente se llene de emociones y recuerdos. Panoramas románticos, destellos que parecen pintados a mano, por el pintor impresionista más loco y visionario. Se necesita locura para pensar en crear de la nada, en el equilibrio inestable de cien o más islotes, una ciudad inmortal hecha de arte, cultura, historia y belleza.

Porque en cada rincón, en cada rio, en cada calletta, se puede encontrar un trozo de historia que por momentos se entrelaza con el mito de una ciudad que fue el centro neurálgico del Mediterráneo. En cada campo, frente a cualquiera de las más de trescientas iglesias, encontrarás un monumento, un rincón de piedra que hace eco de la gloria que fue, y de la belleza que aún hoy, después de casi un milenio, palpita en el área de Venecia.

Pasan los años, millones de turistas la cavan como el agua cava un arroyo, pero ella impertérrita y llena de una fuerza que solo puede tener un león, símbolo de la ciudad, se muestra a todos, con el orgullo que la ha distinguido. ., con los colores, y los olores y también los problemas que a veces lo hacen cojear. Así es Venecia, acostumbrada a mayores desafíos que su nombre, y donde un veneciano jura por otro pleamar, allí un turista japonés se refleja felizmente en la magnífica doble vista de la Piazza San Marco, ahogada por el enésimo pleamar. Donde un gondolero se pierde, aquejado por una espesa niebla, un turista inglés fotografía un paisaje místico e inmortaliza algo al borde de la realidad.
Esto es Venecia, y aquí comienza un viaje en el viaje, donde la historia se une a la cultura y donde el punto común de cada experiencia es la maravilla, la maravilla de ver flotar en las tranquilas y sinuosas aguas de Venecia, simplemente algo fantástico.

Venecia es una isla situada en el golfo que lleva su nombre, al norte del mar Adriático. Es la capital de la Región del Véneto, pero definirla simplemente así es absolutamente engañoso, Venecia, es un patrimonio de toda la humanidad, que atrae cada año a más de 7 millones de turistas, y cada uno de ellos, dejado la isla veneciana, es consciente de que algo en su interior ha cambiado definitivamente, y que el recuerdo de Venecia nunca lo abandonará.

La única manera de describir una entidad como Venecia es caminar por sus lugares de culto y tocar los principales ejes de su tejido urbano, testimonio del desarrollo de Venecia en la historia.