Palacio Ducal

El Palacio Ducal, como se mencionó, se encuentra entre la plaza de San Marcos y el muelle. Es una construcción imponente y majestuosa que se desarrolla en tres alas, alrededor de un gran patio. Frente a él uno se siente extasiado, aplastado por lo que es una grandeza de dimensiones pero sobre todo porque es símbolo de ese poder dogal que aún hoy parece resonar. En la antigüedad, el dogo, el Dux veneciano, residía en este palacio. Sede de la Municipalidad y de las asambleas de la ciudad, en Palacio se administraba justicia y tenía un sistema de prisiones e incluso allí se ubicaba una armería. El Palacio Ducal con su historia y su tamaño es, con mucho, uno de los símbolos más importantes de Venecia. Con su estilo gótico-veneciano, el edificio está afectado por toda la contaminación oriental de la historia veneciana. La belleza y singularidad del Palacio Ducal se basa en el hecho de que las dos columnatas de la base del edificio, con su aparente fragilidad, entrelazadas y superpuestas, sostienen un poderoso y pesado cuerpo de mármol con incrustaciones. Esta paradoja arquitectónica y estética causa asombro, asombro y aumenta el impacto asombroso del edificio. En la fachada principal hay grandes ventanales ojivales y una majestuosa terraza central, enriquecida con un denso trabajo de decoración con pequeñas cúspides y edículos de esquina. Los interiores del Palacio Ducal aún conservan una gran colección de obras de arte de los más grandes pintores y artistas de la historia veneciana y de la historia del arte como Jacopo y Domenico Tintoretto, Tiziano Vecellio y Paolo Veronese. La sensación de poder que emana el Palacio Ducal en cada vista y vistazo es realmente increíble.